¿Secundarías una Huelga General en la Enseñanza?
Estamos sufriendo los más brutales recortes salariales y la mayor pérdida de puestos de trabajo que han padecido nunca los empleados públicos. Se trata de una agresión sin precedentes contra la que no caben respuestas tibias sino de la mayor contundencia posible.
Por otro lado, la prevista reforma educativa del Gobierno supondrá igualmente un retroceso de décadas de consecuencias negativas imprevisibles para la calidad del servicio educativo que prestamos (rebaja en la dotación de recursos, masificación, desigualdad, confesionalidad…) que empeorará también nuestras condiciones laborales (horarios, movilidad, criterios de empresa en los centros…). Todo ello no lo podremos parar si no es con la participación de la mayoría de los trabajadores y trabajadoras de la enseñanza en una acción del mismo calado que la ruina educativa que se nos avecina.
Si hoy nos quedamos quietos, sabrán que somos un colectivo con el que se puede hacer cuanto se les antoje. Y no habrá en el futuro segundas oportunidades.