[26-09-18] CC.OO. Enseñanza exige la suspensión de las clases si las aulas superan los 27 grados.

Ante las actuales altas temperaturas que padecen algunas zonas de Andalucía, CC.OO. pide que se tomen medidas urgentes para evitar que en las aulas se superen los 27 grados, exigiendo que, de no actuarse, se suspendan las clases ante el peligro para la salud que altas temperaturas suponen para trabajadores y alumnado.

En estos días no son pocos los centros educativos, especialmente en las provincias de Sevilla y Córdoba, aunque no sólo en ellas, en los que se están sufriendo altas temperaturas en sus aulas, lo que imposibilita el aprendizaje y la labor docente.

Según el Secretario General de la Federación de Enseñanza de CC.OO. de Andalucía, Diego Molina, “el confort térmico es esencial para el bienestar y la salud de las personas, por ello es necesario disfrutarlo igualmente en los centros educativos, un hecho que no es posible cuando se está en espacios que alcanzan los 32 grados”.

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo indica que la temperatura adecuada en el lugar de trabajo debe situarse entre los 17 y los 27 grados, en trabajos sedentarios, bajando a 25 grados en el caso de trabajos ligeros. Para CC.OO., situarse en estos rangos de temperatura en los centros educativos es imprescindible.

En este sentido, Molina recuerda que ya en el pasado curso escolar muchos centros educativos andaluces padecieron problemas debidos a las altas temperaturas. Y añade, “ésta es una cuestión que no ha sido resuelta, como ha demostrado el golpe de calor padecido hace dos días por una profesora en Écija”.

Así, para CC.OO., es necesario que la Consejería de Educación realice una inversión urgente en las instalaciones de los centros educativos que padecen estas altas temperaturas. Es más, de ser necesario, en caso de superar los 27 grados, el sindicato pide suspender las clases en tanto estas temperaturas se mantengan dentro de los centros.

“El derecho a la educación también debe cuidar la salud de los trabajadores y del alumnado, la mayoría de él menor de edad. Y es que superar los 27 grados en un aula es perjudicial para la salud y es responsabilidad de la Consejería de Educación velar por la seguridad de los trabajadores de los centros educativos y de su alumnado”, insiste el dirigente sindical.

“Los presupuestos de los centros educativos y la antigüedad y construcción de muchos de ellos imposibilitan que, con recursos propios o incluso con la colaboración de la AMPAS, se pueda hacer frente a una situación que debe ser resuelta mediante la aplicación de medidas que corresponde desarrollar a la Consejería de Educación, y que con el cambio climático será un problema cada vez más frecuente”, finaliza Molina.

 

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