Para el sindicato, la Consejería de Educación y Deporte pretende iniciar el nuevo curso escolar con absoluta irresponsabilidad y al más puro estilo “low cost”, obviando que estamos en una pandemia que empieza a dar sus primeros rebrotes, también en Andalucía.

El Consejo de Gobierno andaluz ha aprobado este martes las medidas que se implementarán en el sistema educativo andaluz en el inicio del nuevo curso escolar 2020-2021, teniendo en cuenta la pandemia provocada por la Covid-19.

Según el Secretario General de la Federación de Enseñanza de CC.OO. de Andalucía, Diego Molina, “las medidas planteadas no son sólo irresponsables, sino que además se hacen públicas sin ninguna transparencia y sin consenso con la comunidad educativa ni con las organizaciones sindicales, que hemos sido convocadas a una reunión el próximo jueves, reunión a la que valoramos si asistir ante esta actuación y la falta del más mínimo acuerdo”.

La Consejería, entre sus medidas, plantea un reforzamiento de plantilla nimio, que en el número global actual de profesorado en Andalucía, según CC.OO., supone sólo un incremento del 4 %, cuando la necesidad de profesorado para prevenir la propagación de este virus debe superar el 30 %, una inversión que aún con esta cifra seguiría siendo inferior a los recortes padecidos en la educación andaluza en los últimos años.

En este sentido, Molina denuncia que “lo anunciado adolece de medidas que sean realmente preventivas frente a un virus que sigue entre nosotros, no siendo posible reiniciar la actividad docente como si estuviéramos en la más absoluta normalidad”.

Además, CC.OO. critica las medidas planteadas por el Gobierno de la Junta de Andalucía porque ponen en peligro a la ciudadanía en su conjunto, ya que la institución escolar se vertebra en toda la sociedad y un rebrote en un aula tendría una repercusión en un amplio número de personas. Por ello, es imprescindible reducir la ratio, una cuestión que no contemplada la Consejería de Educación, sino que más bien actúa de modo contrario al suprimir aulas con solicitudes o incluso centros completos.

El sindicato recuerda que ha presentado a la Consejería de Educación “20 medidas” que la ha Administración educativa ha obviado. “Si durante el confinamiento parecía que vivíamos una película de ciencia-ficción, conocer las medidas planteadas que no garantizan la distancia física, sin reducción de ratios, con el máximo de escolares por aula t con un raquítico incremento de un 4% de plantilla, ahora parece que estamos en una de los hermanos Marx”, manifiesta Molina.

Para CC.OO. es preocupante que ni siquiera se planteen medidas reales y serias que rompan la brecha digital, pues contar con 150.000 dispositivos informáticos no garantiza que todo el alumnado y profesorado pueda disponer de ellos ante un más que previsible rebrote, tal como anuncia la OMS.

Pero, para CC.OO., es más preocupante aún que la Consejería de Educación ni siquiera vele por la seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras de los centros educativos al no permitir la exención de las personas vulnerables y obligarles a convivir con este virus que sigue presente. Siendo, además, una decisión que incumple la ley de Salud Pública y la de Prevención de Riesgos Laborales.

Igualmente, según el sindicato, es grave que la Consejería quiera, una vez más, haga recaer en el profesorado y en los equipos directivos la responsabilidad ante esta pandemia.

“Disponer de un protocolo de actuación en caso de un rebrote puede ser una medida complementaria junto a otras que realmente prevengan una infección masiva en una comunidad educativa y en toda una localidad. Delegar en un  docente la coordinación de las actuaciones sin la formación e información necesaria puede incluso tener consecuencias penales. Si esta Consejería de Educación no está a la altura de una pandemia, lo mejor que podría hacer su equipo, por el bien de la sociedad andaluza, es marcharse”, apostilla Molina.

Por todo ello, CC.OO. está estudiando el desarrollo de actuaciones movilizadoras y augura un inicio de curso “caliente”, porque los trabajadores de los centros educativos que han demostrado una gran responsabilidad y desean trabajar con todas las medidas de seguridad y salud y no pueden ser “un puente” para la transmisión de un virus, cuyas consecuencias, a estas fechas, son devastadoras.