Para CC.OO., la disponibilidad de ciertas vacunas no debe ser motivo para que se retrase la vacunación de todos los trabajadores y trabajadoras de los centros educativos en todos los niveles educativos que se encuentran aún pendientes de recibir la dosis.

Para CC.OO., la vacunación de todo el personal de los centros educativos, por encima de su edad o de su categoría profesional, debe finalizar con urgencia por encima del uso de tal o cual vacuna.

Según argumenta Diego Molina, Secretario General de la Federación de Enseñanza de CC.OO. de Andalucía, “es urgente que Salud, en coordinación con Educación, tome las medidas necesarias para que todo el profesorado y el personal educativo complementario y de administración pueda ser vacunado de modo prioritario con las vacunas disponibles.”

CC.OO. recuerda que ha venido exigiendo la vacunación de modo prioritario para los trabajadores y trabajadoras de los centros educativos por ser la educación un servicio esencial que ha seguido ofreciendo con profesionalidad educación presencial “haciendo malabarismos con estrictas medidas para evitar que las aulas y las instalaciones educativas se conviertan en espacios de contagio comunitario.”  

Molina censura, una vez más, la falta de criterios comunes en la vacunación del profesorado y PAS de los centros educativos andaluces, pues “al hecho de que hay personal educativo vacunado o no según el distrito sanitario o nivel educativo, ahora se suma la paralización de la vacunación a los trabajadoras y trabajadores de la enseñanza que por su edad estaban pendientes de vacunarse.”

Desde CC.OO. se valora el gran avance en la vacunación que entre el profesorado y el personal educativo complementario de niveles no universitarios que se ha producido en fechas recientes. Sin embrago Molina exige que “no se paralice este ritmo y se asigne al personal de educación pendiente de vacunación, tanto por su edad o por el colectivo al que pertenezca, aquellas vacunas disponibles y así completar la vacunación de quienes siguen prestando un servicio presencial, sin el distanciamiento físico exigido en otros entornos y en espacios cerrados como sucede en los centros de educación.”

Además, exige que también se incluyan en esta priorización, tal como en los países europeos cercanos, al personal que trabaja en las universidades andaluzas que ya han retomado en su totalidad las clases con el alumnado al menos de modo semipresencial y que se tenga en cuenta que en las asignaturas prácticas, proyectos e investigaciones, en los que intervienen personal docente e investigador y PAS con el alumnado, no se ha suspendido la actividad presencial.

Es por todo ello que Molina exige que Salud y Educación tomen una decisión urgente sobre esta cuestión y “destine las vacunas necesarias para que todo el personal aún no vacunado que presta sus servicios en la educación andaluza pueda disponer de ellas.”