El número de alumnos y alumnas en las aulas andaluzas sigue siendo de los más altos del país en casi todos los niveles educativos.

Los sindicatos de la enseñanza pública representados en la Mesa Sectorial, ANPE, CCOO, CSIF y UGT se han concentrado en la mañana de hoy  ante las ocho delegaciones territoriales de la Consejería Educación y Deporte de la Junta de Andalucía, como medida de rechazo al cierre de unidades en los centros públicos andaluces y en demanda de una disminución de las ratios en las aulas de nuestra comunidad que, continúan siendo de las más altas del país en prácticamente todos los niveles educativos.

La Educación andaluza, como en todo el Estado, ha padecido especialmente las últimas crisis económicas y sus recortes asociados, así como los efectos traumáticos de la pandemia por Covid, sufriendo una importante disminución de la inversión educativa por escolar. La más baja de España, sólo por detrás de Madrid.

Los sindicatos convocantes venimos denunciando, durante los tres últimos años,  como se han eliminado en torno a mil cuatrocientas (1366) unidades en los centros docentes públicos de toda Andalucía. Una política de supresión que, una vez se ejecuta, ya es muy difícil que se recupere ninguna unidad de las eliminadas. Lo que demuestra una vez más, que la educación no es, ni ha sido, una prioridad política del gobierno. Al mismo tiempo que se pone en peligro la sostenibilidad de la Educación Pública.

Estos cierres de aulas públicas ocasionan nefastas consecuencias sociales, ya que van afectando progresivamente a los cursos superiores dentro de un mismo centro, y generando situaciones de deterioro de condiciones laborales del profesorado al que representamos los sindicatos hoy concentrados.

Este escenario que la Administración Pública Andaluza ha desarrollado en los últimos años, está sometiendo a numerosos docentes andaluces, hombres y mujeres, a desplazamientos por insuficiencia de horario o supresiones de sus plazas, así como a menores perspectivas de empleo en el caso del personal integrante de las bolsas de interinos. Un ataque, sin duda, a nuestro sistema educativo público que no vamos a permitir.

Y por todo lo anteriormente expuesto, desde todos los sindicatos hoy aquí representados exigimos una reducción de las ratios como medida imprescindible para evitar la desaparición de unidades públicas y fomentar la calidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje y en especial en lo que concierne a la atención a la diversidad.

Defendemos firmemente la enseñanza pública y para que ésta sea de calidad apostamos por la bajada de ratios. No queremos ser una sociedad menos formada, menos competitiva y con peores condiciones de acceso al empleo. Pero esta Consejería está perdiendo la oportunidad de corregir los atrasos históricos que el sistema educativo andaluz arrastra desde hace décadas y nos está condenando a ser los últimos de la fila.
 
Asumimos nuestra responsabilidad como legítimos representantes del profesorado de la educación pública, defendiendo sus intereses, de forma que no se pierda ni una sola unidad más en la escuela pública en nuestra comunidad.

Debemos apostar por reducir las ratios a un máximo de 20 escolares en la etapa de infantil/ primaria, no más de 25 en la enseñanza Secundaria y 30 discentes en el bachillerato. Además de contar con desdobles de grupos en las asignaturas instrumentales de lengua, matemáticas e idioma extranjero.
 
Las ratios de alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo (ANEAE), tanto específicas como aulas ordinarias, deben contar con una reducción del número total máximo de escolares a matricular proporcional al número de estudiantes con necesidades específicas que se atiendan en ellas.

Por último, hay que fomentar una atención educativa más personalizada que erradique los niveles de abandono escolar temprano que Andalucía padece, y con ello, mejorar nuestra calidad educativa, máxime, con los déficits formativos que la pandemia ha generado.