La dirección de CC OO se desmarca de la reivindicación de los delegados de enseñanza religiosa de convertirse en funcionarios. CC.OO. se declara “sindicato laico y defensor de la escuela laica” desde su fundación y “ajeno a cualquier complicidad con los intereses de la jerarquía religiosa o de otra índole ajena a los intereses de los trabajadores”.

Al mismo tiempo, matiza que “no avala” el sistema de acceso a la docencia, que “dista mucho” de sus postulados programáticos, con lo que “tampoco” lo da por válido para el profesorado de religión.
 
El sindicato reconoce que ha defendido a este colectivo y que seguirá haciéndolo “mientras se pretenda seguir discriminándolo, perseguiendo y despidiendo por causas morales y privadas”, como divorcios o matrimonios civiles. Algo que “no todos los sindicatos y partidos supostamente progresistas pueden decir”, precisa. Además, destaca entre sus objetivos la defensa de “los intereses legítimos de todos los trabajadores, sin discriminación de sexo, religión o etnia”.
 
“Ni pedimos declaración de cristiano viejo ni de apóstata confeso”, precisa, al tiempo que manifiesta que ha denunciado “ante todos los gobiernos y ante todos los partidos políticos” el vigente Acuerdo con el Estado Vaticano “obteniendo por respuesta la más absoluta ambigüedad, ya por la presencia de religión en la escuela o por el cobro del IBI a todas las confesiones religiosas. Seguimos esperando su denuncia”. Y recuerda que consiguió, mediante negociación, que se regule “un sistema de listas de contratación transparente que garantice la defensa de los profesores de religión contra cualquier arbitrariedad de las jerarquías religiosas o de otrá índole ajena a los intereses de los trabajadores tal y como pretenden en todos los casos de acceso a la función pública”.