[20-05-13] La OIT ha elegido el lema de la campaña de este año: ¡No al trabajo infantil en el trabajo doméstico!
De nuevo, esta conmemoración es una ocasión para poner de relieve el alcance mundial que tiene el trabajo infantil e incrementar la sensibilización en nuestros centros, -de todos los niveles educativos -, sobre la situación de millones de niños y niñas que trabajan en todo el mundo. Este día es también una buena oportunidad para reiterar que todo niño y niña tiene derecho a una educación de calidad, pública y gratuita.
La OIT, en su Informe global sobre trabajo infantil (2010) dice que el número mundial de niños trabajadores ha disminuido de 222 millones a 215 millones durante el período 2004 – 2008, es decir un 3 por ciento, lo cual representa “una desaceleración en el ritmo de reducción a nivel mundial”. El informe también menciona la preocupación de que la crisis económica mundial pueda “frenar” el avance hacia el objetivo de eliminar las peores formas de trabajo infantil para 2016.
Esta preocupación se plasmó en un documento de trabajo y actuaciones concretas redactado en la Conferencia mundial sobre trabajo infantil de La Haya 2010: Hacia un mundo sin trabajo infantil. Pasos hacia 2016, y se elaboró una Hoja de ruta para lograr la eliminación de las peores formas de trabajo infantil para 2016
Nuestra participación como personas que trabajan en la educación es crucial para esta eliminación. La OIT reconoce que la educación es un elemento decisivo de toda actividad eficaz para erradicar el trabajo infantil en una de las prioridades que establece para los gobiernos de todo el mundo, y que determina en la mencionada hoja de ruta: Ampliar y mejorar el acceso a la educación de calidad, obligatoria y gratuita para todos los niños, con especial atención en las niñas, y asegurar que todos los niños y niñas por debajo de la edad mínima de admisión al empleo estén escolarizados a tiempo completo, y según el caso y de conformidad con las normas internacionales de trabajo pertinentes, reciban educación profesional o técnica.
La participación de los niños y niñas en la fuerza de trabajo es infinitamente variada y cambiante, y responde a los cambios sociales y del mercado; a ello se agrega la flexibilidad de la enorme y desprotegida potencial fuerza de trabajo infantil. La pobreza y la exclusión social, la movilidad de la mano de obra, la discriminación y la falta de suficiente protección social y de oportunidades de educarse inciden en la situación del trabajo infantil.
Sin embargo, la experiencia ha demostrado que la combinación de crecimiento económico, respeto de las normas del trabajo, educación universal y protección social, junto con una mejor comprensión de las necesidades y derechos de niñas y niños, puede reducir de forma significativa el trabajo infantil, un problema persistente que, incluso si se supera en ciertos lugares o sectores, tenderá a reaparecer en modalidades nuevas y a menudo imprevisibles.
Desde la CCOO de Enseñanza de Andalucía, compartimos plenamente la afirmación del Director Gral de la OIT, Juan Somavia, que nos recuerda que “No podemos renunciar a nuestra responsabilidad con los niños del mundo, para quienes el trabajo infantil es una cuestión de supervivencia. Debemos reafirmar nuestra convicción de que es posible un mundo sin trabajo infantil y de que ese mundo está a nuestro alcance. El mundo no puede desentenderse de esta causa cuando 215 millones de niños están perdiendo su niñez y la oportunidad de tener un futuro mejor. Sólo hay que tener voluntad pues ya existen los medios para actuar más y mejor.”
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