Sirvan estas líneas para transmitir algunas reflexiones sobre el Programa de Calidad que llevaba instaurado desde el año 2007, hoy extinguido, y eliminada la consolidación de sus incentivos como consecuencia de la sentencia ante la demanda interpuesta por CGT.

En primer lugar,  se trata de un programa similar a otros instaurados en gran parte de las administraciones públicas: universidad, sanidad, justicia, etc., sobre los que nada se objeta. El profesorado se adhería de forma voluntaria y se necesitaba una mayoría cualificada del claustro para aprobar en un centro acogerse al citado Programa. Es decir,  los deseos de una minoría, incluso, se podían imponer a la voluntad de la mayoría. Además de ello,  el profesorado tenía que suscribir un compromiso individual con la Consejería. Por tanto, todos los centros y profesorado acogidos al Programa de Calidad (actualmente más de 55.000, es decir más del 50% de la plantilla) lo han hecho de forma voluntaria.

También es necesario recordar que CC.OO. ha sido muy crítico con los objetivos evaluados en el mismo, ya que hemos defendido siempre que hay que darle más peso a los procesos educativos que a los resultados, dado que el profesorado sólo puede intervenir en los primeros, ya que los resultados dependen del alumnado, de su contexto social y económico y otros muchos factores. En este sentido, conviene recordar que  se ha concluido precisamente en darle más valor a los resultados gracias a sentencias anteriormente ganadas por sindicatos como USTEA y CSIF. Pero, pese a ello,  el Programa nunca ha sido declarado ilegal por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, habiendo sentencias favorables al mismo.

En cuanto a quienes plantean que los incentivos económicos del Programa reviertan en empleo, es preciso aclarar que el mismo ya se declaró extinguido en su momento mediante una Orden de la Consejería de Educación, previo informe favorable del Consejo Escolar de Andalucía, informe que votó favorablemente CC.OO., aunque con una premisa irrenunciable: el mantenimiento de los derechos adquiridos por el profesorado.

A nadie se le debería escapar que desde el comienzo de  la crisis se han justificado insistentemente los recortes en derechos laborales, sociales y salariales con la excusa de mantener el empleo. Sin embargo, lejos de eso, está siendo  todo lo contrario. A pesar de tener menos derechos como trabajadores y ciudadanos, y de haberse recortado drásticamente nuestro salario, el empleo ha descendido de forma dramática en el sector público y en el privado. De modo que dicho argumento no puede ser una disyuntiva, porque es ingenuo y falaz.

Pese a que el personal eventual de la Administración autonómica andaluza recibe el 90% de su salario,  habernos quitado una paga extra y los complementos adicionales de otra,  haber bajado el sueldo a todos los empleados públicos, a que los interinos de sanidad están contratados al 70% de la jornada o haber eliminado la consolidación del Programa de Calidad, ninguno de estos recortes ha generado o hay indicios de que vayan a generar empleo.

CC.OO. siempre ha defendido empleo con derechos, y por eso seguiremos luchando. La receta de que recortando los salarios a quienes tienen un puesto de trabajo se creará empleo está demostrada que no funciona con las políticas neoliberales que aplican estos gobiernos, además de generar inseguridad jurídica y laboral. Este nuevo atentado a las nóminas de los docentes sería comparable al perpetrado ya en las pagas extras y adicionales, o a que, por sentencia que ganase algún sindicato, un día nos levantáramos y comprobáramos que hemos dejado de percibir el concepto de sexenios, que no es obligatorio ni automático, sino voluntario acogerse a él y que, por tanto, hay que solicitarlo. Por cierto,  dicho concepto fue denostado con virulencia por sindicatos como USTEA.

No sólo no entendemos, sino que rechazamos cómo un sindicato como CGT ha promovido un recurso que atenta contra los derechos de los trabajadores (en este caso la consolidación del complemento percibido por su adscripción al Programa de Calidad), independientemente de la postura u opinión que se pueda tener sobre el mismo.

Por último, ante las insidias y calumnias de los detractores del Programa afirmamos rotunda y contundentemente que ningún permanente sindical de CCOO. percibe los incentivos del Programa de Calidad, porque así lo acordó esta Organización.