[14-02-14] Los factores de riesgos psicosociales aumentan con los recortes en la universidad (Documento de trabajo elaborado por el Área de Salud de la FREM).
Los riesgos laborales psicosociales son todas las condiciones de trabajo que se originan en la organización del trabajo y pueden afectar negativamente la salud física, psíquica y social de los trabajadores. Los efectos de la exposición a los riesgos psicosociales sobre la salud se manifiestan a corto plazo a través de procesos conocidos como “estrés”, e incluyen diversos aspectos de la salud, tanto física como mental y social.
«El estrés en el trabajo es un conjunto de reacciones emocionales, cognitivas, fisiológicas y del comportamiento a ciertos aspectos adversos o nocivos del contenido, la organización o el entorno de trabajo. Es un estado que se caracteriza por altos niveles de excitación y de angustia, con la frecuente sensación de no poder hacer frente a la situación». (Comisión Europea, 2000).
Se trata de mecanismos que producen alteraciones:
• Emocionales: sentimientos de ansiedad, depresión, alienación, apatía, baja autoestima, etc.
• Cognitivas: tener dificultades para acordarse de las cosas, para pensar de forma clara, no poder concentrarse, ni tomar decisiones, etc.;
• Comportamentales: no tener ganas de hablar con nadie, de estar con gente,
• sentirse agobiado, infeliz, no poder dormir bien, comer compulsivamente, abusar del alcohol, tabaco, etc.
• Fisiológicas: problemas de estómago, dolor en el pecho, tensión en los músculos, dolor de cabeza, sudar más, marearse, falta de aire, etc.
Todos estos procesos están estrechamente relacionados entre sí, y bajo ciertas circunstancias de intensidad, frecuencia y duración pueden ser precursores de enfermedades:
• Cardiovasculares: infarto, accidente cerebrovascular.
• Respiratorias: hiperactividad bronquial, asma.
• Inmunitarias: artritis reumatoide.
• Gastrointestinales: dispepsia, úlcera, síndrome del intestino irritable, colitis ulcerosa.
• Dermatológicas: psoriasis, neurodermitis.
• Endocrinológicas: alteraciones hormonales.
• Músculoesqueléticas: dolores de cuello y espalda, contracturas, etc…
• Mentales: Depresión, pensamientos suicidas.
Los riesgos psicosociales mantenidos en el tiempo dan lugar a enfermedades estructuradas y crónicas que pueden derivar en la incapacidad laboral para el desempeño del puesto de trabajo con la correspondiente merma en las retribuciones y el grave deterioro de la calidad de vida en de los trabajadores y trabajadoras.
Los riesgos psicosociales de todos los trabajadores y trabajadoras de la Universidad se multiplican con los continuos recortes, fundamentalmente por las exigencias psicológicas, la falta de apoyo social y de compensaciones.
Esto se traduce en:
• Aumento de la carga de trabajo:
• Aumento de jornada que genera desequilibrios entre la vida laboral y la personal o familiar.
• El mismo trabajo se efectúa con menos personal al no cubrirse las vacantes de los servicios.
• Reducción encubierta de plantilla (PDI y PAS)
• Generación de miedo al desempleo y a la inestabilidad laboral, cosa hasta hace poco imaginable.
• Inseguridad en los trabajadores no afectados.
• Externalización de los servicios.
• Aumento de tasas y reducción de becas que impiden el acceso a una buena parte del alumnado a la Universidad deteriorando el sentido de ésta y reduciendo su función en la Sociedad tanto actual como del futuro.
• Deterioro de las relaciones laborales promoviendo la competitividad, entre el profesorado y entre las distintas categorías de administración y servicios.
• Se recortan otros tipos de derechos como lo generados por la Acción Social (ayudas al transporte, prestaciones asistenciales…) que además siempre causa más perjuicio a los colectivos más desfavorecidos.
• Se reducen las inversiones, obstaculizando el avance en las universidades lo que hará que cada vez se queden mas relegadas a pesar de los grandes sacrificios que se realizan.
• Los continuos “recortes” además de dañar la salud de los trabajadores y trabajadoras deterioran la Universidad pública construida con el esfuerzo de todos.
• También se recorta la formación continua, disminuyendo las posibilidades de promoción y la estima de los profesionales.
Todos estos factores repercuten perjudicando el clima laboral, generando nuevos riesgos en la propia organización del trabajo.
“Aumentar la justicia y la democracia en la organización del trabajo es una forma de aumentar el bienestar y la salud de los trabajadores y trabajadoras”. (Di Marino y Karasek OIT 1992)