La LOMCE prevé la realización de una evaluación individualizada a todos los alumnos al finalizar 6º de primaria. Los cuestionarios publicados permitirán, según el MECD, obtener información sobre las condiciones socioeconómicas y culturales de los centros para la contextualización de los resultados obtenidos.

CC.OO. considera que este cuestionario es sesgado políticamente porque obvia las preguntas que tendrían respuestas desfavorables para el gobierno. En este cuestionario no hay preguntas que indiquen pobreza, o mala alimentación, problemas de salud, de vivienda, de aislamiento social. No hay preguntas sobre el número de alumnos por aula, o sobre los edificios escolares, por ejemplo.
 
CC.OO. considera que este cuestionario es trasnochado e inadecuado desde el punto de vista pedagógico. Las cuestiones pedagógicas sobre las que se pregunta de forma reiterada, son los deberes escolares y el uso de ordenadores y otros dispositivos. Y responde a una visión de la educación determinada, y probablemente enfocada a alumnos de más edad. (Algunas preguntas son idénticas a las que hace PISA a alumnos de 15 años)
 
Denunciamos que este cuestionario desarrolla una evaluación del profesorado a partir de apreciaciones del alumnado, familias y dirección.  Además, cada uno de los actores responde a preguntas distintas, lo cual no permite una mínima triangulación de contraste ni tratar los datos con rigor. La metodología del profesorado o la utilización de medios tecnológicos en la escuela son indicadores comunes valorados sólo a partir de las respuestas del alumnado, que se darán a conocer obligatoriamente a la comunidad educativa, a pesar de las deficiencias del cuestionario. En un centro escolar no hay muchos profesores de sexto curso, por lo cual estas personas serán señaladas directamente, para bien o para mal, pero sin base objetiva. Es indignante que el profesorado y el personal del centro sean los únicos miembros de la comunidad educativa a los que no se pide información o apreciación alguna.
 
CC.OO. considera que este cuestionario es torticero porque no responde a los objetivos que dice tener. Este cuestionario pregunta por el nivel de estudios de la familia y su situación laboral, cosa insuficiente para determinar el contexto socioeconómico, pero  datos conocidos y en poder de las CCAA.
 
En realidad, las CCAA disponen ya de información suficiente sobre las condiciones socioeconómicas y culturales de los centros, que el MECD puede recabar sin mayor problema y ahorrarse un cuestionario censal de tan baja calidad, de elevados costes de ejecución, gran dificultad para recoger la información, y una enorme logística de administración de cuestionarios y tratamiento de datos.
 
Por otra parte, CC.OO. estudia la posible vulneración de la protección de datos En la resolución no se indica la delimitación del uso de los datos. Se indica que deben ser difundidos y que el Instituto Nacional de Evaluación Educativa facilitará a las administraciones educativas un libro de códigos con las instrucciones necesarias y de obligado cumplimiento para la correcta grabación de los datos y la posterior elaboración de los indicadores comunes.
 
En nuestro sindicato preocupa la difusión de los datos de cada centro a su comunidad educativa, especialmente en centros pequeños donde las personas concretas son identificables, o se puede estigmatizar a un grupo. La anunciada confección de ránquines nos parece irresponsable porque fomenta la segregación y la desigualdad.
 
En cualquier archivo de datos que recabe la Administración, debe justificarse la necesidad y el fin de estos datos, delimitar quién puede obtenerlos o manejarlos, por cuanto tiempo antes de ser destruidos. Los datos de menores merecen una protección que no aparece en las normas publicadas hasta ahora.
 
CC.OO. lamenta la redacción del cuestionario
 
…en todo el cuestionario el término “madre” hace referencia a: madre, tutora legal, o primer padre o tutor legal en el caso de familias homoparentales masculinas. Asimismo, el término “padre” se refiere a: padre, tutor legal, o segunda madre o tutora legal en el caso de familias homoparentales femeninas.
 
El ministerio no acaba de entender que existen muchos tipos de familia y se mete en embrollos semánticos como “primer padre” o “segunda madre”, que merecerían un estudio a parte.