[30-01-17] El Plan estratégico de Desarrollo de las Lenguas en Andalucía. Horizonte 2020: Un Plan de estrategia publicitaria

El Plan se elabora desde una estrategia puramente publicitaria que no mejorará las competencias curriculares, incluidas las de lenguas extranjeras, de todo el alumnado andaluz porque:

1.- No parte de la negociación y el consenso
 
No ha sido negociado con los representantes del profesorado.
 
Nace desde el seno de la Consejería de Educación apoyado por foros creados por la Administración Educativa como las Jornadas regionales de plurilingüismo (septiembre 2013) y las Jornadas de Presentación del Plan (febrero 2016) con una participación limitada entre el profesorado pero alta entre los responsables educativos y políticos de la Consejería de Educación.   
 
2.- Surge de una evaluación sesgada e incompleta
 
A pesar de que parte de las encuestas europeas de competencias en idiomas (ESLC), de la cumbre del Consejo de Barcelona de 2002 o del Eurobarómetro 2012 que ponen de manifiesto la importancia social otorgada al aprendizaje de los idiomas, nada se ha estudiado sobre la valoración que la comunidad educativa realiza sobre el actual aprendizaje de idiomas de nuestros escolares y sobre el actual programa bilingüe llevado a cabo en Andalucía.
 
Aunque el Plan plantea como objetivo de la evaluación “Estimular la participación de los diferentes sectores y agentes implicados”, las evaluaciones realizadas por el AGAEVE y la Universidad Pablo de Olavide, no se han difundido convenientemente entre la comunidad educativa andaluza y presenta significativas deficiencias:
 
-Lo son sobre el propio programa y el alumnado acogido a él obviando los espacios “no atendidos” y que son mayoritarios.
-No considera los aprendizajes en idiomas de todo el alumnado andaluz ni las competencias curriculares en las asignaturas no lingüísticas impartidas en lengua extranjera.
-No analiza el aprendizaje de idiomas del alumnado andaluz según comarcas, localidades y zonas andaluzas, ni evalúa el mapa de su implantación.
 
3.- Es autocomplaciente
 
Utiliza sesgadamente el compromiso de cumplir las directrices europeas en el aprendizaje de idiomas extranjeros al no considerar éstas como objetivos para todo el alumnado andaluz.
 
Se vanagloria de los premios testimoniales obtenidos por el programa bilingüe cuando a este modelo de enseñanza se acoge minoritariamente el alumnado de Andalucía.
 
Valora que Andalucía sea la comunidad autónoma que oferta formación en 11 idiomas extranjeros obviando que la oferta es en muchos casos meramente testimonial caso del portugués (en 11 centros para 500 escolares) o del chino (8 aulas Confucio –una por provincia), y no incluyéndose el estudio de las lenguas cooficiales de España o la Lengua de Signos Española considerada como lengua oficial de la población sorda andaluza por el parlamento de Andalucía en 2003.
 
4.- Es poco crítico con su implantación
 
En ningún caso analiza los grandes déficits del actual programa bilingüe en lo que se refiere, especialmente, a su parcial implantación. No marca metas para la generalización del programa al no ser un objetivo su total implantación en el sistema educativo andaluz y en todo su alumnado. Desear llegar a 1.573 centros en el curso 2019/20, requerirá más de 35 años para que el programa se implante en todos los centros andaluces de niveles no universitarios teniendo en cuenta el ritmo de evolución desde su creación.
 
Presume de ser Andalucía la comunidad autónoma que cuenta con un mayor número de escolares en proyectos bilingües, 157.411, obviando que es nuestra tierra el territorio con un porcentaje mayor de escolares de todo el país (19,9% seguido por Cataluña 16.3%, Madrid 14,1%, País Valencià 10,8%, y el resto con porcentajes significativamente más bajos)*, por lo que la implantación andaluza que se quiere hacer ver no responde a la realidad.   
 
En los procedimientos de evaluaciones futuras que plantea el plan, no se incluyen aspectos relativos al incremento de los niveles en competencias comunicativas en lenguas extranjeras de todo alumnado andaluz, lo es porcentualmente entre el alumnado en escalas diferentes dependiendo de si éste se encuentra matriculado o no en un programa bilingüe.  
 
5.- Es segregador para la totalidad del alumnado
 
El Plan prevé no incidir en casi un 70% de los centros educativos andaluces. Incluso dentro de ellos, este Plan no garantiza ni plantea medidas para que el programa bilingüe sea seguido por el 100% del alumnado de los centros que lo aplican, lo que genera itinerarios en el sistema educativo y dentro de los propios centros. Contempla como objetivo para el curso 2019-2020 llegar a 1.573 centros bilingües en tanto el sistema educativo andaluz cuenta con más de 5.000 centros de niveles educativos no universitarios.
 
Señala como un logro que el programa bilingüe llegue actualmente a 361.185 estudiantes andaluces, sin indicar que el número total de alumnado en Andalucía es de 1.599.264* (para los niveles de educación infantil, primaria, secundaria, bachillerato y formación profesional). Ello supone la implantación del programa bilingüe en sólo el 22,50% del alumnado andaluz.  
 
A pesar de incluir como objetivo específico “Garantizar la igualdad de oportunidades para el alumnado de zonas más desfavorecidas por su situación geográfica o por su situación económica”, “trabajando en aumentar el número de plazas ofertada”,  no contempla ninguna medida compensadora para alcanzarlo y se queda en declaraciones de intenciones.
 
 Aunque se señala la necesidad de “Garantizar la plena adaptación del alumnado inmigrante en el Sistema Educativo Andaluz”, sólo se marcan directrices sin concreción tales como la creación de programas de actuaciones con familias de origen extranjero, o la inclusión de este alumnado en el listado de alumnado con necesidades de apoyo educativo para que dispongan de los recursos necesarios, sin que se especifiquen estos.
 
Plantea niveles competenciales en idiomas extranjeros segregados dependiendo de si el alumnado se encuentra matriculado en un programa bilingüe o no:
 
- Alcanzar, al menos en el 30% del alumnado en estudios no bilingües: A1 en 6º Primaria,  A2 en 4ª Secundaria y B1 tras bachillerato.
- Alcanzar, al menos en el 50% del alumnado en programa bilingües: A2 en 6º Primaria, B1 en 4ª Secundaria y B2 tras bachillerato.
 
Incluye la generalización de dos idiomas extranjeros desde el segundo ciclo de la educación infantil a la educación secundaria al considerarlos contenidos comunes para todo el alumnado andaluz. Esta medida, que podría ser integradora para todo el alumnado, se transforma en segregadora al ser el 2º idioma extranjero optativo en la educación secundaria obligatoria para volver a ser obligatorio sólo en uno de los cursos de bachillerato, lo que genera itinerarios en la ESO e imposibilita un acertado aprendizaje en el idioma optativo al generarse diferentes niveles de aprendizaje dentro de los grupos de escolares cuando éste pasa a ser de nuevo obligatorio.
 
6.- Es indefinido en las líneas de trabajo que plantea
 
Plantea la formación del profesorado en competencias lingüísticas dentro de las EEOOII mediante cursos de CAL (Cursos de Actualización Lingüística, exclusivos para docentes) y un crecimiento en la oferta de grupos del nivel C1, así como la implantación del nivel C2 en modalidades semipresencial y a distancia, sin concretar esta, sin una evaluación previa de la formación en idiomas que actualmente ofrece el IEDA (Instituto de Enseñanza de Andalucía) y obviando las limitaciones que la formación a distancia posee para el aprendizaje de idiomas.
 
No determina los procedimientos ni concreta la formación del profesorado en aprendizaje de nuevas metodologías para la enseñanza de idiomas que cita que se realizará a través de los centros de profesorado, especialmente en lo que se refiere a dedicación horaria y recursos humanos.  
 
Plantea que sea el nivel C1 según MCERL (marco común europeo de referencia para las lenguas), el exigible en un futuro como criterio para que el profesorado pueda inscribirse en un programa bilingüe sin definir claramente las vías para alcanzar este nivel, los recursos y dedicación horaria de que dispondrá, ni los plazos para ello. Así, además de generar incertidumbre entre el profesorado, es poco realista ante la actual falta de personal docente acreditado en B2.  A pesar de reconocerse la labor del profesorado a lo largo del texto, el Plan no incide en la actual dedicación personal, especialmente horaria, que debe realizar el profesorado para mejorar las competencias en lengua extranjera para la labor docente que realiza.  
 
Considera un logro el incremento de las Escuelas Oficiales de Idiomas en Andalucía (de 24 en 2004 a 51 en 2008), ignorando las numerosas plazas no atendidas en estos centros cada curso escolar, el desbordamiento que padecen y la falta de crecimiento de centros de los últimos 9 años.
 
Reconoce la necesidad de aumentar la oferta bilingüe en Formación Profesional (actualmente sólo en ciclos de 67 centros andaluces) y en conservatorios de música y danza pero no plantea ninguna medida para ello.   
 
7.- Su memoria económica es pobre e insuficiente
 
Hace referencia al III Plan andaluz de formación permanente del profesorado en relación a la formación, actualización del profesorado, licencias por estudio, estancias en el extranjero e intercambios entre centros con cifras que en nada responden a estas cuestiones como lo son disponer de 10 licencias por estudio y estancias en el extranjero en 2017 para llegar a las 25 en 2020 o contar con 4 programa de inmersión del profesorado en 2017 para llegar tan sólo a 13 en 2020, una cifras que no son ni tan siquiera testimoniales.
 
Plantea la reactivación de la inmersión lingüística del alumnado  (programas de campamentos de verano y otoño e inmersión lingüística) a través de medidas que son sólo igualmente testimoniales como el contar con 51 centros para intercambios e inmersión lingüística en 2017, alcanzando sólo 150 en 2020, y medidas relacionadas con la implantación de los idiomas fuera del aula relativas a programas televisivos, potenciando que la televisión andaluza ofrezca películas en versión original subtitulada, entre otras.
 
El plan incluye auxiliares de conversación pero se dispondrá, prácticamente de hecho, de sólo uno en cada centro con un programa bilingüe sin que esté previsto que este apoyo idiomático se extienda a todo el sistema educativo andaluz.
 
El aprendizaje de las lenguas extranjeras requiere de un análisis sereno y consensuado con los representantes del profesorado que posibilite la mejora de las competencias en idiomas de todo el alumnado andaluz. Este plan está poco definido, es poco realista, responde a una propuesta de márquetin y no atiende las necesidades de toda la población andaluza segregando desde su propio diseño.
 
*Datos y Cifras. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Curso escolar 2015/16
 
Acceso - Plan estratégico de desarrollo de las lenguas en Andalucía. Horizonte 2020.

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