Para el sindicato el hecho de que Educación incorpore en los futuros reglamentos una Carta de Derechos y Deberes es apostar por la autoridad docente. En la actualidad estos trabajadores no están siendo valorados ni compensados con el reconocimiento social que les corresponde.

Desde la Consejería de Educación se ha anunciado que los nuevos Reglamentos de  Organización de los Centros (ROC) incorporarán una Carta de Derechos y Deberes para reforzar la figura del docente. CC.OO. ha planteado esta propuesta en todos los documentos de negociación e incluso ha sido la única organización sindical que se ha entrevistado con el Fiscal Jefe del TSJA, para que desde este estamento se considerara como atentado público las agresiones al profesorado, por este motivo las sentencias posteriores han fallado, en la mayoría de los casos, bajo este perfil jurídico.

Para CC.OO. el que la Consejería tome la presunción de legitimidad ante el ejercicio de sus funciones de todo el profesorado andaluz, supone el apostar por la autoridad docente en su más amplio desarrollo,  incorporando en sus declaraciones las propuestas de nuestro sindicato en el tema de convivencia escolar, ya que es un debate mucho más amplio que la propia decisión de consideración de autoridad pública.

Para el secretario general de la Federación de Enseñanza de CC.OO. de Andalucía, José Blanco, “el debate de los nuevos ROC debe girar en torno al profesorado, ya que es la figura principal sobre la que recae la nueva organización escolar, bien sea para implantar las nuevas medidas en cuanto a autonomía, la coordinación didáctica o la función tutorial”.

Según CC.OO., es precisamente en la figura de los tutores y tutoras del alumnado sobre los que recae la máxima responsabilidad, por eso, en estos nuevos reglamentos deben ser una de las figuras principales a regular, incrementando la dedicación horaria para desarrollar esta tarea, así como, hay que debatir sobre las nuevas responsabilidades que se le atribuyen a la dirección de los centros en el marco del desarrollo de la LEA.

El contexto social y educativo en el que los profesionales de la educación desarrollan su labor ha cambiado de manera significativa en los últimos años, afectando de manera directa a la función docente. La dificultad de atender a un alumnado cada vez más diverso complica el clima de convivencia en los centros, esto supone para los profesionales de la educación una mayor responsabilidad  y un esfuerzo adicional en su dedicación docente, y según CC.OO., no ha sido compensado con el reconocimiento y la valoración social que les corresponde. Para José Blanco, “ante esta realidad se hace necesario abordar con urgencia la actual situación y desarrollar un conjunto de medidas que contribuyan de manera clara e inequívoca al reconocimiento de la función docente y educativa.