CC.OO. denuncia que los datos sobre convivencia escolar no detectan la indisciplina que impide el desarrollo ordinario de las clases
El informe sobre convivencia escolar presentado en el Consejo Rector del Observatorio para la Convivencia Escolar en Andalucía, según CC.OO., analiza sólo las incidencias que se inscriben desde los centros en el programa informático Séneca pero obvia innumerables actos de indisciplina y coacciones entre los propios estudiantes que impiden en numerosos casos el normal funcionamiento de las clases. CC.OO. censura que los centros no cuenten con recursos humanos para avanzar en la mejora de la convivencia escolar.
En la reunión del Consejo Rector del Observatorio para la Convivencia Escolar en Andalucía, celebrado hoy, donde se ha presentado el informe anual sobre el estado de la convivencia en los centros educativos de Andalucía durante el curso escolar 2009-2010.
Según el secretario general de la Federación de Enseñanza de CC.OO. de Andalucía, José Blanco, este informe “es realista sobre las conductas gravemente perjudiciales para la convivencia en forma de violencia física ya que estas, por su gravedad, se inscriben en todos los casos en el programa informático Séneca, algo que no ocurre siempre si se trata de conductas contrarias a las normas de convivencia, pues la valoración de estos actos de indisciplina son subjetivos y en ocasiones tan comunes que terminan por no inscribirse en el programa”.
Para Blanco “no es cierto que sólo el 1,38% de los estudiantes incida sistemáticamente en las realización de las tareas de los docentes. Basta con sólo preguntar a algún profesor para comprobar cómo, en el mejor de los casos, se pierden en cada clase entre 10 y 15 minutos sólo en imponer orden y poder así empezar a desarrollar las tareas docentes, sobre todo en los cursos de 1º, 2º y 3º de la ESO”. Además, explica Blanco, “nuevos modelos de amenazas y coacciones se están instaurando a través del llamado ciberacoso que, en nada, quedan reflejadas en este informe”.
Blanco reconoce que se han dado importantes pasos en la mejora de la convivencia escolar en Andalucía y, “son pasos importantes que no se pueden obviar el que exista un protocolo de actuación ante casos de agresiones consensuado con el TSJA, una propuesta de CC.OO. que en su momento fue planteada ante el Fiscal Jefe, que el profesorado cuente con asistencia jurídica ante agresiones o que los centros cuenten con planes de convivencia”
Aunque desde CC.OO. se admite que las agresiones a los docentes son muy puntuales y no generalizadas, “hay que avanzar en la atención psicológica que debe recibir el profesorado que sufre una de estas agresiones. Atención que no puede limitarse a la prestada por los Equipos de Orientación Educativa, no especializados en este tema, como contempla la norma.”
Para José Blanco, “el sistema educativo andaluz sólo cuenta de manera testimonial con perfiles profesionales especializados, tales como educadores sociales, sólo 76 para los 5.312 centros educativos andaluces sostenidos con fondos públicos que imparten niveles de Educación Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional. Además, también es necesario dotar al sistema educativo de trabajadores sociales, en cuya intervención, además trabajar en el ámbito de la comunidad escolar debe llegar al entorno social del alumnado. Desde CCOO se argumenta “que con el actual número de estudiantes que existen en muchas aulas, es imposible conocer de manera real las relaciones interpersonales existentes entre el alumnado y que en ocasiones enturbian el buen clima de convivencia.”
CC.OO. censura el actual funcionamiento de “las mal llamadas Aulas de Convivencia que terminan siendo en muchos casos aulas de castigados. Estas aulas no siempre cuentan con profesorado que se dedique de manera profesionalizada a la prevención y a la mediación escolar ya que generalmente son atendidas por el profesorado de guardia.”
CC.OO. ha expuesto este planteamiento en la reunión de hoy y ha pedido que desde este órgano, en colaboración con el Consejo Escolar de Andalucía, se realice un estudio sobre la indisciplina que sufre el profesorado en su trabajo diario y que le impiden “poder dar clase con calidad”. Este estudio también debe recoger el ciberacoso entre escolares y contra el propio profesorado.