[08-03-11] CC.OO. denuncia la insuficiente presencia de las mujeres en los espacios de poder del sector educativo.
En un ámbito altamente feminizado sólo el 54,9% ocupan la dirección de los centros
Con motivo del Día Internacional de las Mujeres, que se celebra mañana día 8 de marzo, la Federación de Enseñanza de CC.OO. denuncia la situación de desigualdad en el sector educativo, en el que, a pesar de alto índice de feminización, los órganos directivos de los centros y de las administraciones educativas siguen estando ocupados fundamentalmente por hombres.
Según datos del estudio "Mujeres y Hombres 2010", elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, el número de mujeres que ejercen la docencia en el conjunto de las enseñanzas representan el 63,4%, pero el porcentaje de las que ocupan el cargo de directoras de centros educativos del régimen general desciende al 54,9%. El porcentaje de mujeres que ejercen de jefas de estudio es del 57,8% y las que son secretarias de centro representan un 57,8%. Estos datos confirma la resistencia social también el mundo educativo a que las mujeres desempeñen puestos de responsabilidad.
Por lo que respecta a los salarios, las mujeres cobran un 10% menos que los hombres. En la sociedad en general, esta diferencia oscila entre el 25 y el 30%.
En el ámbito universitario, el curso pasado las mujeres representaban el 54,2% del total de estudiantes. Su presencia es mayoritaria en todos los niveles de formación: el 53,7% entre los estudiantes de grado, el 53,3% entre los estudiantes de másteres oficiales y el 52% entre los de doctorado. Sin embargo, en 2007 las mujeres tenían menor representación que los hombres en los doctorados “honoris causa”, un 5,9%, y entre el profesorado universitario, sólo un 36%. En cátedras la representación es del 14%. La dirección de las universidades tampoco ofrece datos demasiado optimistas: sólo hay 10 rectoras en las 77 universidades que tenemos en España.
Actualmente, el 36,4% del Personal Docente e Investigador (PDI) son mujeres, el 36% en universidades públicas y el 41,2% en privadas, pero sólo hay un 7,8% de catedráticas universitarias.
Estos datos son claramente inferiores de lo que podría esperarse, dado el porcentaje de mujeres presentes en la universidad. Responden a dos tipos de discriminaciones: la que relega a las mujeres a ciertas áreas de la actividad científica, que pasan a tener “menor” valoración, y otra que las mantiene en los niveles más bajos de la jerarquía científica. Ante la misma cantidad y calidad del trabajo investigador evaluado por sus compañeros varones, las mujeres obtienen una valoración de hasta 2,6 puntos inferior a la de sus compañeros.
Ante la grave crisis económica que estamos sufriendo, mujeres y hombres debemos luchar para que la salida de ésta constituya una oportunidad de fomentar la igualdad y la corresponsabilidad. En este sentido, la educación debería ser la clave en esa salida, luchando todos juntos para conseguirlo.