En una sentencia conocida esta semana, el Tribunal Supremo rechaza la pretensión del sindicato de funcionarios CSIF de hacer valer los cursos que impartió hasta 2008 al personal laboral de la Junta de Andalucía como sustitutorios de las titulaciones de Formación Profesional reglada que el Convenio Colectivo requiere.

El sindicato de funcionarios citado organizó cursos de formación de duración variable y los publicitó entre el personal laboral de la Junta de Andalucía como válidos en lugar de las titulaciones de Técnico Superior y Técnico que se imparten en los centros autorizados por la Consejería de Educación, haciendo ver que suplían a estos para la promoción interna. El Tribunal Supremo da la razón a CC.OO., tal como el sindicato informó en su día de la no equivalencia de estos cursos con las titulaciones de Formación Profesional reglada, lo que causaría un perjuicio para los trabajadores y trabajadoras que aportasen estos títulos en la promoción interna de 2008.

Ante los hechos anteriormente citados, el secretario general de la Federación de enseñanza de CC.OO., José Blanco, recuerda que “nuestro sindicato advirtió en su momento a las trabajadoras y trabajadores que estos cursos subvencionados por el Instituto Andaluz de la Administración Pública no eran válidos para los fines publicitados, por lo que esta información era engañosa. Como así ha resultado demostrado por los hechos y por esta sentencia del Supremo”.

Así, el Tribunal Supremo pone de manifiesto que ese sindicato ha jugado con las expectativas de las trabajadoras y los trabajadores, principalmente entre las categorías de Monitor Escolar y Técnico en Educación Infantil, causándoles en definitiva un perjuicio irreparable a más de 300 trabajadores y trabajadoras. Además, ha utilizado la subvención para dar un carácter “oficial” a sus cursos como equivalentes a las Enseñanzas regladas de Formación Profesional. Todo ello, sin importarle criticar al resto de sindicatos por recibir subvenciones, siendo fehaciente que él también las recibe, pero haciendo uso de las mismas para sus fines de captación y electoralistas, dejando en la cuneta las expectativas profesionales de los miembros del colectivo del Personal Laboral que confiaron en su oferta interesada de cursos de formación.