El nuevo curso escolar previsto por la Consejería de Educación será un fracaso porque adolece de una planificación acorde a la realidad que requiere Andalucía y su sistema educativo. Esconder la cabeza a la realidad, al más puro estilo `avestruz´, no va a resolver el problema que la pandemia está generando en la educación andaluza.

1.- Existe un excesivo celo de presencialidad absoluta del alumnado derivado de una concepción economicista de la educación, entendiéndose ésta más como un espacio de atención a los menores para el acceso al trabajo de sus familias que como un espacio de educación y desarrollo personal. No se planifican medidas alternativas a pesar de lo ya sufrido.

2.- No se apuesta por la formación semipresencial, especialmente en aquellos niveles,  contenidos y estudios en los que la tutorización online posibilita  una adecuada formación, ignorándose la teleformación y el teletrabajo.

3.- No se tiene en cuenta el aumento de la carga de trabajo que se requiere para la limpieza y desinfección de los centros educativos en condiciones difíciles y de alto estrés. La dotación de personal para limpieza es insuficiente ante la alta carga de trabajo que se le exige.

4.- Se obvia el aumento de la tensión que se generará en las aulas como consecuencia de la vigilancia de las medidas sanitarias, lo que afectará a la salud y a la calidad de la enseñanza en unas clases con ratios desbordadas que imposibilitan el distanciamiento físico, ignorándose a su vez el contacto corporal obligado que requiere la atención de parte del alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo.

5.- Se incrementará entre el personal docente y educativo las patologías de la voz debido al uso de la mascarilla que deberá usarse para hablar a un grupo clase con un amplio número de escolares, irresponsablemente las ratios más altas de los últimos años.

6.- Se suprimen unidades públicas en todos los niveles educativos, no sólo no creándose las necesarias para el distanciamiento físico, sino suprimiendo incluso aquellas en las que se garantizaba este distanciamiento.

7.- No se contempla la universalización de internet para el alumnado en las enseñanzas obligatorias ni se prevé que todo él, y sus familias según edades, disponga de acceso a los soportes digitales necesarios y a conexión wifi. No se dispone de una plataforma digital de referencia con las suficiente capacidad para el apoyo online de las clases y la formación añadida que requiere toda la comunidad educativa.

8.- Se descarga en el profesorado, y muy especialmente en los equipos directivos, la responsabilidad de la aplicación de unas medidas sanitarias imposibles en el contexto escolar, especialmente entre la población de menor edad, ignorándose a su vez la necesidad de ventilar las aulas y desinfectar el material didáctico y de talleres que ha de ser usado por diferente alumnado.

9.- Se crean comités COVID en el seno del Consejo Escolar con personal docente, no sanitario, y en el curso escolar en que se produce la elección de sus miembros, la medida más “grotesca” de todas las planteadas.

10.- No se dispone de una reserva estratégica de material sanitario y de desinfección para los centros escolares, incluido el material preventivo, ni se toman las medidas necesarias para la aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en los centros educativos.

11.- Se ignoran las limitaciones espaciales de los centros educativos, las edades y características de la población escolar en tanto que se exigen medidas “imposibles” como, entre otras, el lavado de manos al menos 10 veces en cada jornada escolar, las consecuencias de un amplio uso de los aseos escolares o el imposible distanciamiento en patios de centros educativos con limitación espacial, determinándose falsos e inverosímiles “grupos de convivencia”.

12.- Se niega la exención presencial del personal vulnerable especialmente sensible que sufrirá en primera persona las consecuencias de que los centros sean puentes de transmisión de la covid-19, la medida más irresponsable de todas las previstas, y que terminará afectando a toda la población andaluza. Se ignora inconscientemente que este virus mata.

Jamás una Consejería de Educación había sido tan irresponsable e ineficaz

CC.OO. exige responsabilidad al Gobierno andaluz acorde a la grave situación  que se está viviendo en Andalucía.

CC.OO. demanda una planificación real y urgente del próximo curso escolar frente a un virus que sigue presente.