El sindicato demanda más recursos públicos de modo que la escuela pública sea compensadora de desigualdades, planteando una adecuada política de becas como el mejor mecanismo para ello.

Se han publicado recientemente unas “orientaciones” conjuntas entre la Dirección General de Participación e Innovación y la Inspección General de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía sobre el Programa de Gratuidad de Libros de Texto para el próximo curso escolar. Mediante estas orientaciones, la Consejería de Educación prohíbe a los centros escolares que se plantee a las familias la compra de material complementario u otros materiales escolares.

Estas orientaciones prohíben a los centros públicos el uso de cuadernillos didácticos y otros materiales escolares, argumentando que con ello se evitan discriminaciones entre el alumnado que puede o no adquirir este material según la capacidad económica de la familia. El secretario general de la Federación de Enseñanza de CC.OO. Andalucía, José Blanco, critica que “esto es tirar por la calle de en medio: lo que debe hacer un gobierno de progreso es facilitar el material adecuado que se requiera para garantizar un proceso de educativo de calidad al alumnado cuyas familias no puedan permitírselo, no prohibir que ningún estudiante pueda disponer de ellos”.

“No es de recibo que la Consejería de Educación aluda a las bibliotecas escolares, limitando así los libros que se pueden trabajar en clase, cuando aún hay centros educativos que carecen precisamente de estas bibliotecas”, indica José Blanco. “Del mismo modo, continúa dirigente sindical, tampoco entendemos que la Consejería restrinja el material de carácter fungible y personal que necesita el alumnado para el trabajo diario, argumentando que el mismo se puede adquirir por el propio centro, cuando de sobra conocemos las limitaciones de presupuesto que tienen los centros escolares públicos para gastos de funcionamiento”.

Para CC.OO., “la Consejería de Educación en lugar de restringir materiales escolares y recursos didácticos, debe potenciar un sistema de becas que garantice que el alumnado de familias con bajos niveles de renta pueda disponer de estos materiales y recursos en igualdad de oportunidades”. Según Blanco, “ha llegado el momento de que la Junta de Andalucía se replantee el carácter universal de la prestación del programa de gratuidad de libros de texto o de ordenadores portátiles y en su lugar generalice un adecuado sistema de becas que facilite el acceso a la educación en igualdad de oportunidades para toda la población andaluza.”