La reforma supone un gran retroceso de la FP al inspirarse en la Ley de Educación del 70 que tanto contribuyó al desprestigio de estas enseñanzas

La Federación de Enseñanza de CC.OO. denuncia que el anteproyecto de reforma educativa aprobado por el Gobierno segregará al alumnado de enseñanza obligatoria que opte por la Formación Profesional. Con esta reforma se propone establecer los Ciclos Formativos (CC.FF) en la etapa de ESO, pasándose a llamar FP-Básica. Por primera vez, desde que el sistema educativo asumiera la FP, estas enseñanzas son reconocidas como básicas, tal como aparece en el articulado del anteproyecto de ley.
 
Por tanto la FP se instrumentaliza para establecer un elemento diferenciador entre los alumnos  de la misma edad escolar obligatoria que cursan enseñanzas del sistema educativo y que se están formando en competencias básicas. Para este Gobierno parece ser que estas competencias básicas no son las mismas para todos, pues el sistema educativo ya de entrada pretende establecer distintos objetivos para las salidas excluyentes de esta enseñanza obligatoria según sea el itinerario cursado, acceso al mercado laboral, continuidad de estudios de CCFF de Grado Medio, o continuidad estudios de Bachillerato.
 
En  lugar de una única titulación de Graduado en la ESO como existe actualmente, que acredita la adquisición de las competencias básicas propias de esta etapa, las distintas enseñanzas obligatorias propuestas para la etapa secundaria conducirán a diferentes títulos con oportunidades limitadas para seguir progresando en el sistema educativo.
 
La realidad es que con esta reforma se eliminan las medidas de atención a la diversidad y encauzan al alumnado que no pueda progresar en el sistema educativo utilizando para ello un currículo homogéneo hacia unos itinerarios estancos, impermeables y sin retornos. Así, el sistema educativo, en vez de paliar los desequilibrios sociales de partida, los acrecentará al establecer enseñanzas diferenciadas que segregan al alumnado, aumentando con ello la desigualdad de oportunidades para estos jóvenes al finalizar los estudios en el sistema educativo.
 
La reforma propuesta conduce a la FP hacia un proceso de degradación que supone la exclusión de gran parte del alumnado, a los que se considerará incapaces de progresar académicamente, minando su autoestima a través de la implantación de reválidas al final de las etapas que condicionarán la reconducción de los alumnos hacia unos vías de enseñanzas que no serán elegidas de modo libre y  vocacional.
 
Además, la elección de itinerario formativo en 3º de la ESO, mediante la oferta de materias optativas, o de modalidad en 4º entre las enseñanzas académicas o aplicadas, se traduce en una clara reducción de la optatividad y en una rebaja en los requisitos para que el alumnado adquiera las competencias básicas en esta etapa obligatoria según curse el itinerario de FP o el Bachillerato.
 
Por otro lado, consideramos confusa la redacción del articulado relativo a la implantación de materias instrumentales -Matemáticas, Lengua, e Idioma extranjero- en los ciclos formativos de Grado Medio De esta manera se admite la necesidad de reforzar estas enseñanzas para conseguir unas competencias básicas que se deberían haber adquirido anteriormente. Por todo ello, la propuesta de reforma supone un gran retroceso de la FP del sistema educativo al inspirarse en la  Ley de Educación del 70 que tanto contribuyó al desprestigio de estas enseñanzas.
 
Para CC.OO. esta reforma constituye un gran retroceso histórico en el desarrollo de la FP que generará una involución en el proceso de reconocimiento social de estas enseñanzas y, por tanto, una devaluación en todas sus etapas.