Ante el comunicado emitido hoy por los rectores andaluces y las políticas de recortes impulsadas por el Gobierno del Estado que llevarán a la universidad pública a un deterioro irreparable en investigación y docencia, además del perjuicio social que ello infringirá a la clase trabajadora, CC.OO. exige sacar la universidad pública de los avatares políticos con un gran pacto entre todos: Administración, universidades y agentes sociales.

CC.OO. se opone firmemente a las políticas de austeridad, ajustes presupuestarios y recortes que viene impulsando el Gobierno a las universidades y la investigación. Y denuncia que “es claramente incoherente mantener un discurso político a favor del progreso y el conocimiento mientras se pretende rebajar un 18 por ciento el dinero destinado a Educación Superior y un 80 por ciento en los gastos no financieros en I+D+I.”
 
Para el secretario general de la Federación de Enseñanza de CC.OO. de Andalucía, José Blanco, “es un sinsentido que el Gobierno se empecine en no debatir con los agentes sociales unas cuentas que pueden perjudicar irreversiblemente a la universidad, impidiendo la dotación de los recursos humanos necesarios y el desarrollo de actividades esenciales que garanticen la calidad universitaria. “
 
Estos recortes, según CC.OO., de llevarse a cabo, llevaran a las universidades a perder los avances conseguidos en tecnología, investigación y el conocimiento; motores fundamentales para salir de la crisis como país desarrollado.
 
Es un contrasentido  que estando inmersos en la mayor reforma universitaria de la historia española, con la adaptación de las universidades al espacio europeo de enseñanza superior (EEES), se pretenda revertir todo lo avanzado desechando él trabajo y la inversión económica de años de adaptación europea y modernización.   
 
Por ello, “CC.OO. reivindica y apoya una universidad al margen de los avatares políticos con una financiación suficiente y sostenible”, que evite un deterioro irreparable en investigación y docencia. De aprobarse los mermados presupuestos previstos del Estado y de las autonomías, significaría una pérdida irreparable no solo para las universidades, perderían los jóvenes universitarios y con ellos las generaciones futuras, siendo Andalucía una de las comunidades más perjudicas.  
 
Para José Blanco, “el trato que se está dando a la universidad pública, enfocando como un gasto lo que es una inversión, es un disparate que no vamos a permitir”. Es obvio que la intención de este gobierno es la decadencia de la universidad pública a pesar del daño que se infringe a la sociedad, y no pretende otra cosa más que su control político y mercantilista. “La universidad no es un ente abstracto, es el futuro de un pueblo que no quiere volver al pasado, que aspira a mirar al futuro con ilusión y derechos sociales consolidados”, se apostilla el dirigente sindical.
 
Ante la situación antes descrita, José Blanco exige “un gran acuerdo por la universidad pública andaluza de calidad y su viabilidad al servicio de la sociedad, inspirada en los principios constitucionales de igualdad, libertad, justicia y  solidaridad.”