[22-02-13] Las trabajadoras andaluzas cobran un 31% menos que los hombres.

Discriminación salarial

CC.OO. lamenta el hecho de que la crisis económica y la reforma laboral, estén agravando la brecha salarial y ha advertido de que los efectos de esta discriminación hacia las mujeres van más allá de su vida laboral, pues afecta también a las prestaciones que van a percibir en caso de desempleo y, de forma más grave, en caso de jubilación.

Para la secretaria de la Mujer de CC.OO. de Andalucía, la eliminación de la brecha salarial debe ser  uno de los objetivos prioritarios para la consecución de la Igualdad real entre mujeres y hombres. “No se puede consentir - ha afirmado la sindicalista- que las mujeres en Andalucía cobren por su trabajo un 31% menos que los hombres o, lo que es lo mismo, que las mujeres tengan que trabajar 62 días más para percibir el mismo salario que percibe un hombre en un año.”
 
Un dato, el de la brecha salarial en Andalucía, que supera a las que se dan en el conjunto de España, y en la Unión Europea, donde las mujeres cobran un 30% menos de media que los hombres.
 
Los datos ponen de manifiesto que las personas que trabajan con contrato temporal perciben una retribución anual sensiblemente inferior a las personas que trabajan con contrato indefinido, y que quienes trabajan a tiempo parcial cobran anualmente mucho menos que quienes lo hacen a tiempo completo. Esta última afirmación, aunque no deja de ser lógica, al suponer menos horas de trabajo anuales, es especialmente preocupante, puesto que la mayor parte de los contratos a tiempo parcial (el 75%) están ocupados por mujeres, que, en la mayor parte de los casos, además, no han encontrado trabajo a jornada completa. A esto, además,  debemos añadir que un elevado porcentaje de mujeres (96,3%) trabaja con alguna modalidad de contrato temporal.
 
Aún así, las mujeres que consiguen trabajar a tiempo completo o con contrato indefinido cobran, anualmente, aproximadamente un 30% menos que los hombres en esas mismas condiciones, al verse su salario afectado por el sector o por la categoría u ocupación profesional que desempeñan.
 
Para CC.OO. de Andalucía, la discriminación salarial es la suma de muchas otras discriminaciones,   pues la brecha salarial entre sexos se debe a la suma de varios factores, como el tipo de jornada, tipo de contrato, sector y categoría profesional, los pluses y complementos salariales e incluso el trabajar en una empresa pública o privada. Esto hace que la eliminación de esta discriminación suponga un reto, al hacer necesaria la actuación sobre numerosos aspectos que perjudican al empleo femenino.
 
Martos ha advertido de que las diferencias de género en la retribución por el trabajo están aumentando en los últimos años, tanto en España como en Andalucía, evidenciando que la crisis está contribuyendo a aumentar las diferencias salariales entre hombres y mujeres. La última Encuesta de Estructura Salarial revela que en Andalucía la diferencia salarial entre sexos  creció desde un 27’8% en 2008 hasta el 30’9% en 2010.
 
La necesidad de actuar en este sentido es aún mayor si tenemos en cuenta que esta discriminación se mantiene durante toda la vida de las mujeres, incluso cuando se encuentran desempleadas o tras la jubilación, pues el tener un menor salario provoca que les correspondan menores prestaciones por desempleo y, sobre todo, por jubilación. Los datos revelan que las prestaciones por desempleo que perciben las mujeres son, de media, un 18% inferior a las de los hombres mientras que en la prestación por jubilación la diferencia es de un 40% menos para las mujeres que han trabajado en el Régimen General. Pero esta diferencia aumenta hasta el 68% en otros regímenes. Es decir, que las discriminaciones que las mujeres padecen en el mercado de trabajo las lleva a una mayor desprotección social en épocas de especial fragilidad.  
 
Por esto, para CC.OO. de Andalucía es necesario seguir actuando, sobretodo, a través de la Negociación Colectiva y de los Planes de Igualdad, y seguir concienciando a la sociedad, a las empresas y a las administraciones, pues sólo con el trabajo conjunto de todas ellas, será posible la erradicación de las discriminaciones de género.

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